Cada día más personas cuidan de su cuerpo. La realidad es simple, lo haces o no lo haces.

No hay una gran diferencia entre practicar ejercicio por la mañana, por la tarde o por la noche. Nuestro cuerpo responde a la carga que le demos de la forma más adecuada dependiendo de su tipo. Por eso, si entrenas para perder peso, perderás peso tanto por la mañana como por la noche. Ocurre lo mismo con la ganancia muscular: si realizas los ejercicios adecuados y comes bien, la masa aumentará rápidamente tanto si vas al gimnasio por la mañana como si vas por la noche.

Sí, al entrenar, los músculos se calientan, aumenta la circulación sanguínea y sube la temperatura corporal. El cuerpo se refrigera por medio de la secreción de sudor, y esa pérdida de liquido se debe compensar. De lo contrario, la deshidratación provocará una reducción en el volumen de sangre y eso se traducirá en la disminución de su capacidad para transportar oxigeno a los tejidos.

No hay una opinión clara y ambas tienen sus defensores. Dependerá de varios factores: motivación, dinero, tiempo y metas propuestas. Por un lado la variedad de máquinas y equipamiento que hay en un gimnasio te permite entrenar todos los grupos musculares. Si entrenas en casa no tienes que invertir tiempo en ir al gimnasio y volver, sobre todo si no está cerca. en casa no siempre es posible concentrarse bien en los ejercicios: hay niños, pareja, llamadas u otras preocupaciones que no dejan de distraerte